El cambio indispensable

En opinión de José Román

El cambio indispensable

La constante e ilegal intromisión que diariamente hace durante este proceso electoral, la  violación a la constitución hecha con absoluta impunidad en el caso del Presidente de la Suprema Corte  con la complicidad de los actuales diputados federales de Morena y sus socios  han hecho que nuestro país entre en una dinámica muy peligrosa por los serios conflictos en que nos mete el presidente Andrés Manuel López Obrador. A eso agréguele los recientes  enfrentamientos que ya comienzan a darse con los EU, nuestro principal socio comercial, tanto en materia automotriz como en agricultura, más la falta de combate a la delincuencia y la pérdida de control en unas partes sustanciales de algunos de los estados por parte de todos los gobiernos, pues concluimos que sí, que estamos en serios problemas y que urge un cambio. Que es necesario un cambio, sobre todo para obligar al ejecutivo a discutir la viabilidad de proyectos que envía al congreso  y que de alguna forma afecta a toda la sociedad.

El egoísmo de imponer únicamente su punto de vista en todo y el que los diputados que actualmente nos mal representan a nivel federal, hacen que este cambio se dé no únicamente en el sentido del cambio previsto en la constitución y denominado proceso electoral intermedio, no, es un cambio que el ciudadano debe reflexionar porque estamos perdiendo aceleradamente por la pésima política financiera, millones de empleos. De por sí ya veníamos en picada, pero la pandemia agudizó el problema y lo peor se presentó por la forma en que enfrento el presidente los efectos del  virus impactó a la sociedad. Y la única forma de cambiar es cambiarles a los legisladores, es decir, obligarlo a discutir, a dialogar, a reflexionar los efectos que en general las leyes afectan al conjunto de la sociedad. Hasta ahora, de su gente nadie se atreve a decirle que la delincuencia en cuanto a su combate está mal planeada, mal ejecutada y que la corrupción para que se de en la forma en que vamos solo es posible si se da dentro de las esferas del gobierno federal. Hay una miopía consuetudinaria y nadie le habla con firmeza a ese hombre. Ha empobrecido los servicios públicos en detrimento de las clases populares a las que juró que apoyaría. La atención médica es pésima o inexistente, muy lejos del antiguo Seguro popular. Todo esto es posible porque sus programas de gobierno, los legisladores no se atreven a tocarlos. Nadie alza la voz no obstante las afectaciones sociales y no obstante igualmente que se les  designó en cada uno de sus distritos para que representen al conjunto social que los elije y que hablen, actúen y hagan lo necesario para apoyar y no para perjudicar a la sociedad como ahora lo han hecho al permitirle y aprobarle al presidente todo lo que envía a la cámara de diputados.

La sociedad, el votante, el ciudadano debe entender que el regalo que aún hoy se da por parte de los partidos políticos y candidatos que compiten por el cargo, es algo que a la larga será demasiado caro porque el precio en impuestos o carencia de servicios lo demuestra. La pobreza es una condena que lastima, que ofende y esa pobreza depende mucho de los proyectos y actos oficiales de gobierno, sobre todo del federal. Es ahí donde estamos mal porque es el gobierno federal el tenedor de los recursos y cuando se aprueban sin medir y calcular los efectos, a la población se le empobrece. Para tener una idea, el IMSS  dice que en los primeros 4 meses de este año se han creado menos de 300 mil empleos que reponen en muy baja proporción los perdidos por la pandemia, contra 647 mil perdidos en 2020.

La delincuencia no para y muy bien lo dijo el general Glen Vanherck de la fuerza área titular del Comando Norte de los EU, México ha perdido en manos de la delincuencia entre un 30 y 35% de su control territorial. Para cerrar los problemas no atendidos como he mencionado, necesitamos diputados que obliguen al ejecutivo a un cambio urgente en el combate al delito. AMLO con su política ha entrado en dimes y diretes con EU en materia automotriz por intromisión sindical que allá observaron que no cumplimos con lo establecido en el tratado de libre comercio, más las recientes quejas que se turnan a juicios contra México por cuestiones agrícolas donde se amenaza con imponernos aranceles; a eso agregue el problema con la energía ( la ley de la industria eléctrica) que afecta a sus inversionistas, más la cuestión del petróleo donde igualmente produce afectaciones a los nacionales que invierten y a los extranjeros (ley de hidrocarburos) que hacen y cambian las reglas del mercado y que obviamente los pone en desventaja, lo que contradice el tratado del libre Comercio porque favorece a la inversión gubernamental en perjuicio de la privada, pero más que nada atrasa y afecta al usuario a la larga. Todo esto lo han permitido los diputados federales a los que es urgente un reclamo, una exigencia de que rindan cuentas de lo que han hecho  con el poder que les entregamos cuando los elegimos. El cambio bien pensado es urgente, pero igualmente indispensable. Deberíamos pedirles cuentas a todos de lo que han hecho. Por ejemplo llamar a Alejandro Mojica a que explique porque aprobó y no consultó, y así a los demás legisladores Morelenses. Ya es tiempo. Reflexionar el voto es una necesidad.