Diálogo multicultural
En opinión de César Daniel Nájera Collado
César Daniel Nájera Collado 
Vivimos en tiempos sumamente difíciles. A una peligrosa globalización que tiende a inclinarse hacia la homogeneidad, se le opone un hermetismo, tal vez igual de riesgoso, adoptado por culturas antiguas que temen su ocaso. Y si bien los conflictos interculturales datan de hace ya mucho, pareciera que, en lugar de atenuarse, con el paso de los años se han exarcebado, algunos escondiéndose en ideologías políticas y/o religiosas que a su vez buscan disfrazarse y validarse en la mera aceptación de su gente. He aquí cuando logra inmiscuirse la xenofobia.
Desde el asesinato de cientos de chinos en Torreón, un 13 de mayo de 1911, pasando por las centenas de miles de rohinyás que se ven asediados y expulsados de Myanmar, hasta los millones de camboyanos que perdieron la vida a manos de un gobierno maoísta genocida, la intolerancia no se ha olvidado. Y es que cuando los crímenes humanitarios se repiten de manera constante, cabe preguntarse porqué estos comportamientos son tan fáciles de replicar.
Igual y es importante también enseñar, desde pequeños, que la unidad no es homogeneidad, ni debe buscar aproximarse a ella, porque he aquí el génesis de la intolerancia intrahumana: el miedo de que tú y tu grupo de similares desaparezcan. Por eso, sentar las bases, a través del dialogo, de que la multiculturalidad no es una amenaza para nadie, debe ser una de las prioridades en la agenda de cualquier organización que se jacte de buscar el resguardo de la humanidad.
