Cubre bocas ¿Cual derecho a la salud?

En opinión de José Román

Cubre bocas ¿Cual derecho a la salud?

El Obispo de Cuernavaca Don Ramón Castro Castro recrimina, condena y considera irresponsables  a quien no usa cubre bocas, AMLO lo desprecia, el gobernador está pensando si ordena o no su obligación, los Presidentes municipales, con la mirada perdida en la nada, miran pasar la muerte paseándose por las calles de cada colonia o pueblo…mientras tanto los muertos aceleradamente tocan la puerta de casi 100 mil víctimas en escasos 10 meses.

En este México querido, nadie se ocupa de disminuir el trabajo de San Pedro. Ese es el país que tenemos, en el que vivimos y el que padecemos, ésa es nuestra tragedia y nuestra realidad. ¿Cuándo corregiremos lo evidente?

El papel del gobernante es la toma de decisiones en bien de la comunidad, en México, todos, desde el presidente a Gatell y demás personajes les interesa el control y la popularidad, no el bien común. La función del gobierno ha quedado relegada a un montón de ideales y tradiciones obsoletas en perjuicio de los gobernados. Los mismos gobernados en su comodidad e ignorancia, construyen con sus omisiones su propio atraso y su perjuicio. Nadie dentro del gobierno quiere tomar las decisiones difíciles de algo tan sencillo como usar el cubre bocas e imponer sanciones a quien no los use, excepto las tibiezas de uno que otro municipio que aun así, no actúan con energía. No se trata de imponer el orden de éste tipo por gusto sino por la necesidad de proteger al conjunto de la sociedad, pero la ligereza con que se aplica, da pena, no lo entienden o no les interesa hacerlo.

De los casi 100 mil muertos y junto con los daños emocionales y materiales que ocurren como consecuencia a sus familias, pocos se ocupan y los efectos económicos son obvios, ya ni se diga del daño emocional de muchas de esas muertes que en el fondo en gran parte pudieron evitarse con el simple uso del tapa bocas que la autoridad desde el inicio debió haber impuesto. Alegan los gobernantes federales que son ineficientes y quizá en su totalidad no lo sean, pero por el mínimo que tengan de eficiencia, deberían imponerse en todo el país como lo han hecho naciones más avanzadas. Japón, India, Corea, etc. lo han impuesto y la proporción de muertos son mucho menos que las de México, pero no, nosotros no lo haremos porque consideramos que es una limitante a un derecho. Cierto que lo es pero la necesidad del bien común y la congruencia nos dice que al menos transitoriamente debe usarse. Tenemos 52 veces más muertos que Japón que tiene la misma población que la nuestra, Pakistán lo superamos con 13 veces más y el gigante asiático, China, lo superamos con 20 veces más, excepto que aquí su población es de más de 1300 millones de habitantes. ¿A qué se debe esta situación insostenible?, ¿qué no hemos hecho bien y ellos si han hecho mejor? El primero que nos falló es el propio AMLO. Negó la realidad desde su inicio y no obstante la evidencia que nos indicaban esos hechos en China y Europa, siguió sosteniendo lo insostenible, es más ¿quién no recuerda el amuleto del detente que exhibió a la nación como forma de protegerse contra el virus?, esa estampita del sagrado corazón la presumió como la mejor cura para el mal. Hoy nos debatimos en la tragedia. Morelos, para no desentonar hasta la semana pasada está pagando su cuota y se ha dicho, desde luego que las cifras pueden ser mayores, que hay 1365 muertes y ante lo obvio, AMLO considera represivo imponer y castigar el uso de cubre bocas. El Obispo de Morelos, Don Ramón Castro Castro en cambio, más congruente con su papel de líder espiritual ha sido claro al condenar  aquellas personas que no lo usen. En lo personal, el propio presidente ha sido ejemplo viviente de una negativa absurda y no lo usa no obstante la realidad y las sugerencias de que debe de dar el ejemplo. Esa negativa ha provocado, sobre todo en sus seguidores parte de que esos muertos sean indirectamente provocados por su negativa a usarlos. En el gobierno, en México nadie hace caso a las cifras no obstante de que se reporta que se tienen 1 millón 11 153 mil de casos confirmados, lo que nos da una dimensión del daño que provoca el virus.  Alguien, de los que toman las decisiones debería ser legalmente juzgado por tanta irresponsabilidad y muerte innecesaria. ¿Qué espera la autoridad para imponer en todo el país la obligación del uso del cubre bocas?, ¿más muertos?

En éste nación, el derecho a la salud de los Mexicanos, ni siquiera ha merecido el mínimo del consejo del Presidente para que DESDE EL INICIO  de la pandemia se les sugiriera su uso a sus habitantes y  se pusiera el ejemplo de lo que tiene un costo ridículamente bajo pero de elemental ayuda: el cubre bocas.