Cuando sea demasiado tarde… - Padrón Nacional de Posgrados de Calidad

En opinión de Gabriel Dorantes Argandar

Cuando sea demasiado tarde… - Padrón Nacional de Posgrados de Calidad

El ahora Programa Nacional de Posgrados de Calidad (ya ve usted esa tradición neoliberal de cambiarle el nombre a las cosas cada sexenio) se constituyó en 1991 (CONACyT, 2021), durante el sexenio del expresidente Carlos Salinas de Gortari (el más neoliberal de los neoliberalenses). Durante un periodo de 30 años, el PNPC ha servido para dos cosas principalmente (poniendo un comentario sin ironía, por una vez en esta vida): (1) mantener los programas de posgrado dentro de los parámetros de la calidad internacional, asegurándose de que los profesores que pertenecen al Núcleo Académico Básico de dicho programa realicen acciones relevantes a la producción de ciencia (principalmente, publicar en revistas indexadas, realizar ponencias en congresos internacionales, y prioritariamente producir recursos humanos con competencias profesionales necesarias para hacer frente a las problemáticas del país); y (2) asegurarse de que los estudiantes de posgrado pueden dedicarse de lleno a sus estudios sin tener que estar atendiendo sus necesidades primarias (léase, tener beca).

            Su servidor se estrena como Profesor Investigador de Tiempo Completo por ahí de 2012, y pasa a engrosar a las filas de la producción de ciencia del país. Durante este periodo ha atendido a… (Gabriel cuenta mentalmente) cerca de 15 tesistas de todos los niveles de grado, y algún lugar cercano a 40 Comités Tutoriales y Jurados de Examen (para grado y posgrado). En agosto de 2019, la Dra. Norma Betanzos Díaz, en su calidad de Directora de la Facultad de Psicología, amablemente me solicita que asuma la Coordinación Académica de la Maestría en Psicología. Su servidor (sin saber muy bien en dónde se metía) acepta, y para agosto 2022, espera cumplir los 3 años fungiendo como tal. Quisiera pensar que mi desempeño ha sido, cuando menos, aceptable, porque de lo contrario ya me hubieran dado las gracias. No me voy a deshacer en autoelogios, pero sí quiero dejar en claro que estos menesteres no tienen nada de sencillos. Alguien me dijo que el Dr. Emilio Ribes Iñesta ya lo había dicho, pero según su servidor, la Psicología es la disciplina en que la única cosa en la que nos podemos poner de acuerdo es en que no nos podemos poner de acuerdo para nada, y, sin embargo, seguimos insistiendo en el hacer del poner de acuerdo el arte a través del cual se gestionan todos estos menesteres. No es equivocada la noción, uno de los principios básicos de la ciencia según Thomas Kuhn (1962), es precisamente el consenso, el arte de ponerse de acuerdo. Un ejemplo muy claro de lo que esto significa es lo plana que es la Tierra. ¿No sabía usted que la Tierra es plana? Durante mucho tiempo se sostuvo la noción de que la Tierra era plana. ¡Mire usted el piso! Es plano. Pasaron los años y poco a poco la gente comenzó a aceptar sin cuestionárselo, que la Tierra era plana. Luego pasaron a los debates académicos, y en algún momento se llegó a incendiar a la gente que se atrevía a contradecir tales argumentos. La humanidad, por mucho esfuerzo que hizo, al final tuvo que aceptar que la Tierra no era plana, y más bien era redonda (como una manzana).

            Pues bien, durante estos años, su servidor ha podido observar algún número cercano al centenar de estudiantes de posgrado que han pasado por la Maestría en Psicología, la cual pertenece al PNPC desde 2010. De todos estos individuos que han transitado por nuestras aulas, diría que cuando mucho 3 lo han hecho sin disfrutar de una beca de manutención, la que otorga el Padrón Nacional de Posgrados de Calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. TODOS los estudiantes han tenido beca, y aquellos que no la han tenido, ha sido porque ellos han preferido mantener su estatus laboral y por ello renuncian al apoyo económico.

            Pues bien, no sólo eso. Su servidor ha participado en 4 acreditaciones del PNPC (son cada 3 años), de las cuales la última ya como Coordinador Académico de Posgrado (cosa que no se hubiera logrado sin todo el equipo que participó, empezando por mi Jefa Administrativa, los miembros de la Comisión, y el equipo de la Dirección de Investigación y Posgrado de la Universidad, para nada me estoy aventando flores). El propósito de estas acciones es aglutinar a un sólido grupo de individuos que se aseguren de que los profesores que participan en los programas mantengan sus niveles de calidad y producción de ciencia. ¿A qué me refiero? Principalmente que pertenezcan al Sistema Nacional de Investigadores (también del CONACyT), para lo cual se requieren publicaciones en revistas indexadas, ponencias en eventos académicos, y tesistas debidamente titulados. Si usted no cumple con estos requisitos, no puede pertenecer a un posgrado del PNPC. ¿Por qué? Por asegurar los criterios de calidad en la educación y producción de ciencia. Suena fácil, pero si en verdad lo fuera, no habría tanta gente defecándose en el SNI y el PNPC por sus “criterios neoliberales”. Si fuera fácil, todos pertenecerían. Si fuera fácil, no habría que ir a la universidad para saber cómo se hace. Cuando menos, uno tendría que aspirar a ser Fiscal General de la República para poder torcer los lineamientos y hacerse ingresar en las filas de la ciencia reconocida por el desgobierno desorganizado de este país.

            Además, el mismo CONACyT otorga, a través de la supervisión de la Coordinación Académica de cada programa de cada Institución de Educación Superior, los apoyos económicos. ¿A qué me refiero? Que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología me ha solicitado mis datos personales del Sistema de Administración Tributaria para la mera gestión de los estudiantes. Además, requiere de la información tributaria y bancaria de todos los individuos que serán beneficiaros de los apoyos, antes de siquiera formalizar las operaciones. En breve, el dinero se deposita directamente a las cuentas bancarias de los estudiantes a través de la fiscalización de los recursos, y todos fuera de la cama.

            El día de ayer me senté frente a mi Jefa Administrativa, y pasamos cerca de una hora discutiendo qué tendría que pasar para que alguna autoridad de cualquier universidad impidiera que los estudiantes obtuvieran su beca o que les llegara incompleta. La manera en la que se estructuró el PNPC hace prácticamente imposible la indebida gestión de estos fondos. Gobierno Federal deposita directamente a los estudiantes el dinero que les da a manera de beca, y al mismo tiempo se asegura que los programas de posgrado mantengan sus niveles de calidad en virtud de la producción de ciencia y la atención a problemas prioritarios a los sectores a los cuales atiende.

            Esta semana, la titular del CONACyT dio una conferencia a través de Youtube en la que sostuvo que las becas eran asignadas de manera arbitraria y poco transparente, en la que los Coordinadores participaban en gestiones que resultaban en que había estudiantes que no recibían su beca o la recibían incompleta. Esa es la supuesta razón por la cual se está tratando de migrar al Sistema Nacional de Estudiantes de Posgrado, para que se elimine la figura del Coordinador y el dinero “ahora sí” llegue a los estudiantes, no como antes que los Coordinadores de Posgrado se quedaban con el dinero. Algo así como hacer que el dinero no se desaparezca porque antes sí se desaparecía pero ahora ya no va a pasar porque nos vamos a asegurar que no sea así (mientras se eliminan todos los candados que se pusieron precisamente para impedir tal propósito).

            La titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología está increíblemente mal asesorada al respecto de cómo funcionan los procedimientos del PNPC, o descaradamente le miente a la cara de la ciencia de México. ¿Cómo comprende usted que citen a miles de coordinadores de posgrado para decirles a la cara que el dinero que antes se robaban ya no se lo van a poder robar? Mientras uno anda luchando contra viento y marea para ingresar estudiantes, darles la mejor formación posible, y titularlos para entregarlos al mercado laboral, resulta que van a volver a jugar al dónde quedó la bolita con el dinero. La lógica es la misma que se ha visto en lo que va del sexenio: vamos a hacer que no se desaparezca el dinero porque antes se desaparecía el dinero, pero ahora ya no se desaparece porque nosotros estamos haciendo que ya no desaparezca.

¿Cuál dinero, perdón? Ah es que se lo llevaron los neoliberales.

Le invito a usted, amable lector, a preguntarse dónde están los fideicomisos para los proyectos de Ciencia Básica, los cuales desaparecieron para que ya no se robaran el dinero. ¿Cuáles fueron los procedimientos a través de los cuales se otorgaron las cátedras este año? (que al parecer se benefició con ellos a la familia Ackerman) ¿Cómo fue elegida la dirección del CIDE? (quien claramente tenía que ser por 4T) ¿Quiénes más están en el Sistema Nacional de Investigadores, sin cumplir con los requisitos? (además del Fiscal Carnal de la República).

            La ciencia en este país no ha muerto, pero ¿a dónde cree usted que vamos a llegar con menos del 1% de la población con estudios de posgrado?

 

CONACyT. (2022, marzo 16). Nuevo mecanismo de postulación directa para becas nacionales Conacyt 2022 y transición al SNP. Youtube. Disponible en línea: https://www.youtube.com/watch?v=y-SW74ookZE&ab_channel=ConacytM%C3%A9xico Consultado 18-03-2022 15:00 hrs.

CONACyT. (2021). Programa Nacional de Posgrados de Calidad. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Disponible en línea: https://conacyt.mx/becas_posgrados/programa-nacional-de-posgrados-de-calidad/ Consultado 18-03-2022 15:00 hrs.

Kuhn, T. (1962). La Estructura de las Revoluciones Científicas. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica.