Cuando sea demasiado tarde… - Otra vez el Paso de la Muerte.

En opinión de Gabriel Dorantes Argandar

Cuando sea demasiado tarde… - Otra vez el Paso de la Muerte.

La mañana del viernes, muchos de nosotros no llegamos a tiempo a nuestros lugares de trabajo.  Al parecer, un camión con doble cabina descendía por la carretera proveniente de la Ciudad de México, y por causas desconocidas por su servidor, el conductor de este perdió el control en la curva que se encuentra después de la gasolinera de la Universidad. El accidente se originó de tal manera que el camión atravesó el muro de contención y obstruyó transversalmente todos los carriles del sentido sur a norte (ya ve usted que a veces son 3, a veces son 4, y a veces son 5), con la cabina invadiendo el terreno ocupado por CAPUFE ahí en la salida hacia el norte. Tengo entendido que sólo hubo daños materiales, afortunadamente no hubo lesiones ni pérdidas humanas. Sin embargo, encuentro tales circunstancias increíblemente fortuitas, su servidor pudo observar a tiro de piedra el accidente, lo que me hace pensar que justo acababa de ocurrir. Tal vez 3 o 4 minutos que hubiera salido antes de casa, y el resultado pudo ser otro.

            Por lo general, el conductor del vehículo que ha ocasionado el percance es el primero en ser señalado como culpable. Dado, es muy posible que el conductor no haya regulado la velocidad del camión adecuadamente, y dada la hora del accidente me cuesta trabajo pensar que viniera bajo la influencia de alguna sustancia (aunque bueno, cada uno escoge sus horarios, ¿no?), pero no voy a quitar el dedo del renglón del hecho de que la principal causa de los accidentes de tránsito que ocurren entre Tres Marías y Xochitepec es la infraestructura. El accidente de esta mañana tal vez se pudo haber evitado con una correcta señalización, pues la curva que nos sirve de escenario para estas líneas en definitiva debería de estar señalada como peligrosa.

Dicho segmento mide aproximadamente un kilómetro, más o menos de una gasolinera a la otra. A lo largo de dicha porción de carretera, además de las dos gasolineras con sus respectivas entradas y salidas (obviando el hecho de que la segunda tiene las bombas prácticamente sobre el flujo vehicular), está la incorporación del callejón que proviene desde la Universidad, la desincorporación hacia la Paloma de la Paz, y luego la incorporación de vehículos que vienen de la misma dirección. Todo esto, en una sección en la que los conductores suelen conducir a más de 100 km/h, sin olvidar el hecho de que todo ese tramo lleva más de un año sin que se le hayan pintado los límites entre los carriles. Todas las condiciones jugaron en contra del conductor que muy probablemente conducía a exceso de velocidad con doble semi-remolque, lo que terminó en el accidente arriba descrito.

            La infraestructura vial en Morelos está realizada con las posaderas. Sigo insistiendo en llamar su atención, apreciado lector, a las condiciones en las que se encuentra el pavimento del libramiento. ¿Cuántas manchas que han dejado los accidentes ha contado usted en los 14 kilómetros que mide todo el tramo? ¿Cuántas veces han instalado los bumpers en las divisiones de los carriles confinados, para a los pocos días volver a ocurrir un accidente que requiere de volverlos a colocar?

            Estoy consciente de que la política a nivel local está para llorar. Tenía la esperanza de que la nueva administración de Cuernavaca invirtiera en infraestructura, pero ha tenido que atender todos los pendientes que otras administraciones le han heredado. Es posible que el presidente municipal sea destituido por el problema de la basura, así que mi sueño de los puentes peatonales en la glorieta de la Luna dormirá entre aquellos de los justos por una administración más. Tal vez el siguiente candidato a gobernador (que, si me preguntan a mí, no se ve quién), pueda utilizar el argumento para su plataforma. El libramiento, así como está en este momento, permitiría volver a realizar la obra: tres carriles en sentido norte y tres en sentido sur, a manera de avenida, y dos carriles hacia el norte y dos hacia el sur elevados, para separar el tránsito local del foráneo. Es más o menos como el nuevo aeropuerto: se gastó el dinero para nada. Pues de la misma manera, la obra, así como está, sólo continuará cobrando vidas y daños materiales, y dependerá de que alguien vuelva a trazar el proyecto con dos rayitas menos de corrupción para que las cosas se puedan realizar con calidad y por el bien de la ciudadanía.

            Tal vez esa sea la clave, bájenle dos rayitas, corruptos. Las obras mal realizadas cobran vidas, no puede ser que su psicopatía sea tal que ya no sientan culpa por la mala realización de sus obras. De lo contrario, seguiremos teniendo aeropuertos sin aviones y carreteras que no pueden ser transitadas. Así como vamos, en no más de tres años será imposible salir de casa sin ser víctima de alguna forma de delincuencia, incluyendo la gubernamental.

            Así que en este país en el que la gente desaparece sin más (¿y qué cree usted? ¡estaba en la cisterna! Se cayó y se pegó y se murió, lo sentimos), perdemos hasta 10 personas al día por causas no naturales, y circular por la infraestructura vial puede significar la pérdida de su vehículo como menos. Como siempre, le ruego que abrace fuertemente a los suyos y si no tiene a qué salir, quédese en su casa porque el desgobierno desorganizado no ha muerto, pero en cosa de nada simplemente ya no significará nada.