Cuando sea demasiado tarde… - Misbehaving, de Richard H. Thaler.

En opinión de Gabriel Dorantes Argandar

Cuando sea demasiado tarde… - Misbehaving, de Richard H. Thaler.

Hace unos meses tuve la oportunidad de explorar este libro, y vamos a abordar la política del presidente López de una manera diferente (porque él solito se anda cubriendo de gloria usando el aparato hacendario para desacreditar periodistas en un país donde se asesina un periodista por semana; aunque bueno, Loret de Mola #kofkof).

El caso es que este libro ofrece, además de todo el aporte de uno de los grandes de la cognición como los Richard Thaler, el recuento de los últimos meses de vida de Amos Tversky. ¿Quién fue Amos Tversky? Me pregunta usted, apreciado lector. Su más cercano colaborador, Daniel Kahneman, recibe un premio Nobel en nombre de los dos por las aportaciones de ambos al campo de la Economía. Dado, hay una controversia al respecto de si el premio que recibe es verdaderamente un Nobel por un tema burocrático al respecto de la lista de las disciplinas incluidas en al galardón, y Economía no es una de ellas. Sin embargo, el premio lo recibe a nombre suyo y de Amos por el trabajo que juntos hicieron en la definición de lo que hoy se conoce como “economía comportamental”. Encuentro un poco divertido el término debido a que, por definición, la economía no es más que la Psicología aplicada al dinero, aunque también debo de admitir que tal aseveración es una sobresimplificación del fenómeno de estudio. Sin embargo, el dinero, por su naturaleza, está íntimamente relacionado con la Psicología en sí misma, lo cual tampoco se puede negar.

El tema es que, si tiene usted oportunidad, le recomiendo ampliamente echarse un chapuzón en este libro (Thaler, 2016), aunque sea para conocer dos detalles importantes de la vida de Amos Tversky y sus últimas semanas. De ser sinceros, no me alcanza la arrogancia para decir que aspiro a una carrera tan legendaria como la de tal individuo, pero me llama mucho la atención un pequeño detalle. Al parecer Amos Tversky, en una medida que en definitiva no está cargada de arrogancia, sostenía que él podía determinar la inteligencia de un individuo a partir de la rapidez con la que tal individuo comprendía que Amos era más inteligente. No aprovecharé la oportunidad para encontrar un paralelismo propio, pero sí debo de subrayar la imprecisión con la que mucha gente sobrevalora sus propias capacidades, sobre todo hoy en día. Es sumamente importante mantener un pie en el piso en todo momento, como en el billar.

En general el libro está escrito de una manera muy coloquial, constituye más un documento de divulgación que verdaderamente ser un libro de referente tanto en Economía como en Psicología. Sobresalen algunas ideas principales, las cuales detallaré a continuación. La premisa principal del argumento aquí presentado es que los individuos toman las decisiones que toman en virtud de la optimización de las ganancias que piensan que van a obtener. Es importante subrayar que la ganancia real y la ganancia esperada nunca es la misma. El ser humano realiza sus cálculos probabilísticos más o menos de la misma manera. Piense usted en el volcán Popocatépetl, el cual retomó sus actividades por ahí de 1994, debido a la inminente crisis económica. ¿Cuál es la probabilidad de que, en caso de que el Popo haga Pico de Dante, caigan fragmentos incandescentes de lava sobre sus casas, o sobre la casa de ustedes? Tómese un tiempo para sopesar su respuesta.

Hay que tomar en cuenta que su servidor radica en la capital del glorioso estado de Morelos, la joya del Cuauhnáhuac, la bellísima Cuernavaca, ciudad de la eterna balacera. Si tiene usted la curiosidad de revisar el mapa de peligro del volcán, descubrirá que la zona en la que se indica que caerán restos incandescentes de la erupción termina más o menos a la altura de Yecapixtla, a unos 50 kilómetros de las orillas de la capital. Por lo tanto, la probabilidad de que proyectiles balísticos provenientes del volcán Popocatépetl caigan en la ciudad de Cuernavaca es de CERO. Patatero. La lógica de las ganancias también se conjuga en virtud de las pérdidas.

Esa es moderadamente la razón por la cual tiendas de membresía como el Costco o Sam’s son tan prolíferas en sus ventas. No voy a criticar a nadie, su servidor cuenta con membresía de una de tales tiendas desde hace varios años. Sin embargo, estos establecimientos funcionan bajo la asunción de que un individuo estará dispuesto a pagar más por un bien por el cual ya invirtió dinero. Dicho de otra manera, si usted ya pagó su membresía, estará más dispuesto a adquirir en dicho establecimiento en virtud de que tiene en mente la pérdida que significaría pagar la membresía y luego no utilizarla.

En resumen, el ser humano estará más dispuesto a realizar acciones contundentes para evitar pérdidas en su bienestar, de lo que estará dispuesto a invertir recursos cognitivos en incrementar su nivel de bienestar por sí mismo. Tal vez esa sea la razón por la cual el bienestar ha fungido como personaje principal para la administración del pelmazo en turno. La gente ha aprendido a dimensionar las cosas en virtud de este nuevo estado en el que supuestamente no hay corrupción, que en un estado en el que siempre ha habido corrupción y no ha habido manera de cómo combatirla.

Así que apreciado lector, llevamos 5 periodistas en 5 semanas que van del 2021, diario mueren dos personas (por lo menos) por envenenamiento masivo por plomo en este estado, los contagios aparentemente están a la baja y en definitiva si no tiene usted a qué salir, le sigo rogando no lo haga, porque el bienestar no ha muerto, empezando por el bienestar de la familia del presidente López.

 

Thaler, R. H. (2016). Misbehaving. W. W. Norton & Company.