COVID 19 Y SÍNDROME DE DOWN
En opinión de Mónica Pimentel
Mónica Pimentel 
El 21 de marzo se conmemora el día mundial del Síndrome de Down, para los papás y mamás, la concientización y visibilización de esta condición es todos los días, en cada espacio, en cada oportunidad, aun en plena pandemia.
A los padres de hijos con discapacidad nos preocupa que la Política Nacional de Vacunación para la prevención de la COVID-19 en México contemple a las personas que viven con discapacidad, como el tercer eje de priorización de la vacunación, un estudio del Centro de Regulación Genómica de Cataluña España, ha revelado que las personas con Síndrome de Down tienen 10 veces mayor riesgo de mortalidad y aporta más pruebas que apoyan las demandas para vacunar prioritariamente a esta población.
Por otro lado, queremos también hacer ver la importancia que tienen los cuidadores prioritarios de personas con Discapacidad, ya que, son quienes tienen mayor contacto con quienes tienen a su cuidado y son un factor de posible infección para las Personas en situación de Discapacidad.
Se han escrito diversas cartas al Secretario de Salud Pública para que se contemplen el Plan Nacional de Vacunación y no hemos tenido respuesta
En este sentido la hazaña de ser padres nos lleva al ejemplo de Sísifo, nuevamente…. Sí, así es como nos sentimos los padres con nuestros hijos en situación de discapacidad, ir llevando una piedra grande, pesada, cuesta arriba y que… Cuando llegamos a la cima la vemos rodar nuevamente hacia abajo, cuando nos costó mucho esfuerzo y tiempo poder llevarla a la cima.
Cuando la convivencia con la discapacidad es permanente y el acompañar desgastante, esta pandemia ha sido pesada, sin escuelas, sin servicios de salud, sin inclusión, al menos quienes padecen una discapacidad probablemente disfrutan más a su familia en estas condiciones pero… ¿Quiénes deben salir a buscar un ingreso?, ¿Quiénes se han quedado a padecer el acompañamiento del maltratador? No es fácil tener una discapacidad en México, y con esta pandemia… más que difícil, es tormentoso.
Para Sísifo su acto permanente es heroico pero, nunca deja de ser trágico, los padres de familia somos eternos trabajadores, en un gobierno que no es garante de los derechos de las Personas con Discapacidad, somos trabajadores sin mucha esperanza. Sólo se vive con la alegría de las metas logradas día a día, con la sonrisa de nuestros hijos e hijas que nos dan la bienvenida a esta nueva normalidad que nos ha hecho entender un poco la segregación que viven cotidianamente, y eso a ellos no les merma su alegría, su constancia en los aprendizajes y su permanencia en el amor a quienes les rodean. Aprender a ser felices con lo que se tiene, es una capacidad adquirida.
