Cerraron 35 hospitales privados por extorsión

En los últimos dos años sufrieron los altos índices de inseguridad en Morelos, revela Romel Flores Virgilio Los municipios con mayor potencial de riesgo son Cuernavaca, Cuautla, Puente de Ixtla, Jojutla y Zacatepec

Cerraron 35 hospitales privados por extorsión

Por los altos Índices de inseguridad, cerca de 35 hospitales privados cerraron sus puertas en los últimos dos años, reveló el presidente de la Asociación de Hospitales Privados del Estado de Morelos, Romel Flores Virgilio.

En entrevista, dijo que las clínicas privadas han sido durante los últimos años “blanco “de la delincuencia; el delito  del que son víctimas es la extorsión y cobro de derecho de piso.

Hasta el momento la ola de violencia ha provocado el cierre de 35 de los 110 hospitales privados con registro ante la Asociación, sobre todo de los municipios de Cuernavaca, Cuautla, Puente de Ixtla, Jojutla y Zacatepec, reveló.

“Las extorsiones son todos los días, y aparte tenemos que pagar derecho de piso, a pesar de que ya no atendemos en las noches, las consultas son sólo en el día seguimos siendo blanco de la delincuencia”, dijo.

También refirió que a pesar de que han implementado medidas de seguridad como es: la colocación de cámaras de videovigilancia, contratación de seguridad privada y hasta la modificación de horarios de atención médica, dichas acciones han sido insuficientes para blindarse contra la delincuencia.

Incluso denunció que en la pasada administración con el ex comisionando de Seguridad, Alberto Capella Ibarra habían activado botones de pánico, “pero estos de la noche a la mañana dejaron de funcionar”.

“Esto no es nuevo se ha ido agravando, en la administración pasada nos costó mucho trabajo que nos colocaran botones de pánico, incluso hasta presentamos una demanda ante la Comisión de Derechos Humanos para que el señor Graco Ramírez nos atendiera, pero los botones dejaron de funcionar”, indicó.

Además para el galeno, los propietarios de los hospitales privados están “entre la espada y la pared” o cierran sus puertas o “cooperan” con los grupos criminales para que les permita trabajar.

“Ya no podemos estamos contra la espada y la pared, es el último grito de auxilio que damos, no se ve el horizonte claro”, dijo Flores Virgilio.