Caricatura Política - Altruismo parlamentario y austeridad occisa

En opinión de Sergio Dorado

Caricatura Política -  Altruismo parlamentario y austeridad occisa

No cabe duda que en un rincón del alma soy un romántico empedernido. Y créame usted, estimado y único lector, este sentimiento es un peso que he tenido que soportar a cuestas a lo largo de mi existencia y más allá del infinito. A veces me siento como el heroico Pípila, no crea usted, aunque con una losa mucho más gruesa que casi aplasta mis cuatro extremidades de la espalda al suelocuando a gatas abruman las emociones fuertes y me estanco en un mar de lágrimas interminable, implorando una pizca de amor para este paupérrimohombre convertido en insecto tan desalado comodesdichado.

Esto mismo fue lo que me sucedió ayer cuando la diputada Elsa González Solórzano explayó su altruismo de manera desmedida y no hubo más remedio que apurarse a la farmacia por unos pañuelos desechables, además de unas gotas para el enrojecimiento de la visión, pues la mía nada tiene de nueva como la de Graco, que dicen tiene la iris amarilla de reptil insensible. Y mire usted que también tuve que cascarme unos amplios anteojos oscuros para que la colonia no notara mi sentimentalismo pueril, pues ser débil en este barrio hostil es mal visto y hay que guardar las apariencias. Por eso hay que llorar a solas.

Y es que la diputada de marras quiere aprovechar el alimento que los empresarios locales e incluso transnacionales inhumanamente desperdician, para repartirlo luego con hermosos villancicos navideños entre los menesterosos que ladran de hambre al no encontrar más que jitomates fermentados y embadurnados de mantequilla de maní sospechosa, encontrados en los cientos de tiraderos de desechos líquidos, sólidos y gaseosos a lo largo y ancho delas calles de  Morelos.

Para ello y a propósito, la diputada de marras prepara con gran tino una iniciativa de ley que pretende evitar, mediante la Creación del (novedosísimo) Banco de Desperdicios, el sobrante de bazofia alimenticia en el estado de Morelos. Y es que a nivel nacional -informa docta y documentada la parlamentaria-, se arrojan a la basura alrededor de 80 mil toneladas de desperdicios;por lo que en Morelos, la cantidad de pudrición también debe ser significativa, aunque la dama no especificó el tonelaje local exacto, que mediante calculo personal nada documentado, y más bien atrevido, ha de andar en por lo menos 10 mil toneladas. Cantidad con la cual se podría engordar miles de chanchos antes de Navidad.

El brillante y ambicioso proyecto será presentado esta semana en la sede legislativa ante empresarios y asociaciones no gubernamentales con el fin desocializarlo deantemano, antes de serpalomeado en elCongreso, que empieza a hacer campaña para la reelección del 21 con el corazón y ambición en la mano. No cabe duda que el talento en planeación prospectiva es una bendición que la sociedad debe agradecer en mucho a la diputada.

Afortunadamente ya había franqueado la puerta de la casa cuando se me desparramó la emoción. De hecho, el paquete de pañuelos terminó moqueado por completo sobre la almohada, donde había clavado el rostro compungidopara chillar a gusto sin que el barrio se percatara de mi fragilidad de alma, y ya sin la preocupación de testigos que se mofan del romanticismo desbordado que a veces apremia sin piedad. Lo bueno, por otra parte, es que los arranques de sentimentalismo son esporádicos y momentáneos, y luego entro en razón.

Un aplauso cerrado a la diputada por su folclórica alma reelectoral navideña, pero antes de inventar nuevas leyes, los legisladores debieran empezar por respetar las leyes que ya existen. A la fecha siguen sin ser fiscalizados por el remedo de ESAF y gastando el dinero morelense a discreción, y lo que menos les ha interesado durante su gestión es la alimentación de los morelenses, sino su propio enriquecimiento ilícito que pronto veremos en el dispendio personal que harán con sus emolumentos y compras navideñas, porque la austeridad en Morelos, como usted bien sabe, es letra occisa.